Cachaza es ya una novela clásica, y con ella se inicia la verdadera experimentación formal narrativa en nuestro país. La novela cuestiona el poder del diagnóstico psicológico, y en la figura del loco-cuerdo de cachaza, el lector va perfilando la medida de la normalidad del personaje y la suya propia, pero en la escena final todo se revierte, cuando entran en crisis el personaje, el lector mismo y el relato en su totalidad. |